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Sobre mi

¿Como descubrí la equitación natural?

Muéstrame tu caballo y te diré quien eres (proverbio arabe)

Fantasía, mi padre y yo antes de saber andar

¿Quién soy?

Me llamo Sebastián, soy francés, vivo en España desde bastantes años. Nací y viví hasta los 14 años en Chad (África), pasé un tiempo en Francia y desde 17 años estoy aquí en Murcia. 

He pasado gran parte de mi vida rodeado de caballos. Literalmente monté a caballo antes de saber andar. 

Mi padre me transmitió esta pasión por los caballos. Le salía naturalmente ciertos gestos y actitudes para amansar a los caballos. Todavía me acuerdo de unas escenas de cuando era crío y me parecía magia.

Observándolo, aprendí mucho, pero hace falta el paso del tiempo, para empezar a cuestionarse y poder evoluciona

Mi trayectoría

Empecé a montar asiduamente con 8 años. Por haber vivido en distintas ciudades y países, pude conocer muchos caballos diferentes y de distintas razas. También cuando nos íbamos de vacaciones, mi padre solía hacer la gira de los centros ecuestres de la zona y yo iba detrás (ideal para enriquecer el currículum).

Practique sobre todo salto y doma clásica, pero también pude probar la equitación western. Soy de los que piensan que un caballo puede y debe de hacer de todo. La equitación para un caballo no deja de ser una escuela de gimnasia. 

Hace 30 años no se hablaba de etología o casi, de como un caballo aprende o de su biomecánica. En esta época no existía YouTube o Internet para aprender, pero tuve la suerte de tener a la mano decenas de libros de mi padre. Ahí es cuando después de tanta lectura, uno empieza a tener dudas y entonces le viene muchas preguntas. 

Notaba que me faltaba algo aparte del método “tradicional” y llegue a la “equitación etológica” por un caballo concreto. Era un caballo americano llamado “Tchuncka” con fuerte carácter y bastante imponente. El enfoque tradicional no se podía aplicar a este caballo, no estaba bien educado. No tenía vicios como tal, pero simplemente era un caballo semental, con mucha fuerza, que había cubierto varias veces, vivía en un monte con yeguas casi en libertad y que castraron cuando tenía 10 años. Su carácter estaba ya establecido y era necesario reeducarlo para hacer del un caballo seguro.  Después de un año de trabajo diario conseguimos reeducarlo, aplicando sentido común y metodologías diversas. Las cosas no eran perfectas, pero lo conseguido ya fue una gran satisfacción para mí y una prueba que se podía hacer las cosas de otra manera.

La etología no es una disciplina, es una ciencia, la ciencia de estudiar el comportamiento de una animal en su hábitat natural. La equitación etológica es el eslabón que se nos perdió a casi todos. No reniego mis origines, ya que creo que la equitación “clásica” cualquier disciplina confundida y “etológica” deben ir de la mano. 

En el siglo XXI, no tenemos excusa, no podemos ignorarlo. Tener técnica ecuestre no sirve para nada si no se comprende el animal. Yo, tardé casi 30 años en entenderlo. Lamento que todavía se pueda ver algunos docentes o alumnos que se salta este capítulo por completo.

Tengo una preferencia por maestros comprometidos con una causa y que involucran la ciencia en sus metodologías, como pueden ser Philippe KarlAndy Booth o John Lyons. No obstante, si uno toma la pena de escribir algo es que normalmente tiene algo que contar y existe montón de tratados fascinante de los más antiguos a los más recientes. En Francia existe un legado ecuestre que remonta al siglo XV con maestros ilustres e innovadores, participantes de lo que llama Philippe Karl “Equitación a la francesa

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